Del mismo modo que le ha ocurrido al conjunto de organizaciones del tercer sector, como entidad, hemos visto reducidas las ayudas y aplazados algunos pagos de subvenciones ya concedidas, así como paralizadas las gestiones que estaban en marcha con otras organizaciones y administraciones para ampliar los servicios que ofrecemos a nuestros usuarios y usuarias.
Respecto a las actividades, la pandemia del Covid-19 ha supuesto un frenazo en seco de casi toda la actividad de la Asociación. Convocada estaba la Asamblea anual de socios, que tuvo que ser aplazada; teníamos en marcha la Semana del Cerebro, cinco días de actividades muy interesantes en torno al ictus en la que habíamos puesto mucho trabajo y entusiasmo y que irremediablemente queda suspendida hasta que contemos con una vacuna; los talleres de fisioterapia y de terapia ocupacional con realidad virtual quedaron pendientes de poderse reanudar. Y un taller de psicoterapia para afrontar los duelos que estábamos a punto de comenzar también tendrá que esperar.
El confinamiento ha afectado física y psicológicamente a muchos de los socios de Asicas que son población de riesgo por tratarse de pacientes crónicos, principalmente adultos mayores, con distinto grado de daño cerebral que viven, en su mayoría, en el ámbito rural. Para las personas socias que precisan más de atención rehabilitadora el interrumpir los talleres ha supuesto romper el proceso de re-aprendizaje y es una pena porque esto significa un retroceso cognitivo, afectivo y conductual.
Al ser una asociación de afectados de algún tipo de daño cerebral nuestro colectivo es especialmente vulnerable. Por eso, nuestras recomendaciones durante este periodo se han basado en la prevención del contagio, en transmitir de forma clara la información que nos llegaba de manera un tanto confusa a través de los medios de comunicación; y en concienciar sobre la importancia de acudir al hospital en caso de creer tener algún síntoma de ictus. Otro aspecto importante en el que hemos centrado nuestras recomendaciones es en el manejo de la convivencia en periodo de confinamiento con personas que sufren secuelas que afectan a su comportamiento y que dificulta la relación con sus cuidadores.
Planteamos una vuelta a la normalidad con mucha prudencia y medidas de seguridad. Queremos retomar la actividad presencial con los talleres de terapia ocupacional, fisioterapia y apoyo psicológico.
El aprendizaje que extraemos de esta situación es la necesidad de diseñar un plan a medida con distintos modelos de atención que permitan no interrumpir las terapias neuro-rehabilitadoras en caso de confinamiento y para ello es necesario conocer en detalle el tipo de afectación y la red de cuidados de los afectados.
Creemos que esta vivencia debería aportarnos mayor conciencia sobre la importancia de un sistema sanitario fuerte y no sólo para momentos de crisis. Creemos que la calidad de vida de TODAS las personas es prioritaria para poder crecer como sociedad.
- Os lo cuenta nuestra presidenta en Onda Cero (01/06/2020)
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