Socios y familiares de la Asociación Ictus de Asturias (ASICAS) hemos disfrutado en el mes de julio de una excursión al Centro Cultural Niemeyer y al casco histórico de Avilés. La accesibilidad de esos espacios ha favorecido la convivencia, el aprendizaje, y el encuentro entre los participantes.

El Centro Niemeyer es uno de los referentes culturales y atractivos turísticos Asturias, además de un símbolo de la transformación de Avilés. Inaugurado en 2011, es la única obra en España del genial arquitecto brasileño Oscar Niemeyer. Durante todo el año es posible descubrir sus espacios y su historia en detalle a través de las visitas guiadas. En la nuestra descubrimos la funcionalidad y la ideología que hay tras lo que parece simple diseño, como la iluminación de la cúpula o la “grada democrática” del auditorio. Absolutamente recomendable. Tras la visita guiada al Centro y a la exposición artística “vuelta al revés del revés” disfrutamos en la cafetería de un magnífico desayuno.

Con fuerzas renovadas recorrimos el precioso casco histórico de Avilés revitalizado por la construcción del Centro Niemeyer. Recorrimos el mercado de abastos, con 500 años de vida, que está situado dentro de la fantástica plaza de los Hermanos Orbón, una plaza con pavimento liso y libre de obstáculos por donde se puede circular libremente en silla de ruedas, y que está situado en una zona peatonal e histórica, los mostradores de venta al público están dispuestos a una altura accesible para personas en silla de ruedas o de baja estatura y todas las puertas de acceso se encuentran a cota 0 con puertas eléctricas de apertura por sensores.

Terminamos la excursión compartiendo una deliciosa comida asturiana en la mítica Sidrería Lin donde comenzamos a preparar la siguiente salida. Siempre hay ganas de más con tan buena compañía.

La divertida y constructiva jornada de la mano del gran Pablo García de El Taller Animación Sociocultural ha servido para reforzar los lazos de nuestra comunidad y sobre todo la sociabilidad, tan importante en cualquier contexto, pero mucho más para todas las personas afectadas por algún tipo de discapacidad causada por el ictus, ya que las secuelas del daño cerebral alejan a las personas de su entorno y merman la calidad y cantidad de relaciones cercanas y de amistad.

Es un hecho que los buenos momentos y los afectos mejoran nuestro estado físico y psicológico y la grata experiencia del pasado 26 de julio confirma que el fomento de la inclusión es fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad.  Por eso desde Asicas hacemos todo lo posible por favorecer jornadas de ocio, de apoyo mutuo y de convivencia inclusiva.

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