Desde hace unos meses, hemos puesto en marcha un grupo de autoayuda online para personas afectadas por ictus en el que los participantes comparten sus vivencias, preocupaciones, logros y estrategias para hacer frente a los desafíos cotidianos asociados con las consecuencias de haber padecido esta enfermedad.
Las reuniones se celebran por la tarde con una duración entre una hora y hora y media.
Era una demanda reiterada de una parte de los socios con el fin de poder hablar abierta y honestamente con personas que hubieran pasado por experiencias similares, en un espacio seguro, y por ser considerar que sería reconfortante y útil para su recuperación. Tras este ensayo, podemos decir que los participantes además de compartir información sobre cómo manejar las secuelas físicas, emocionales y cognitivas del ictus, brindan y reciben apoyo mutuo en la adaptación a los cambios en la vida diaria y construyen una red de apoyo reduciendo su aislamiento. Otro de los beneficios añadidos es el intercambio de consejos prácticos y sugerencias basadas en sus propias experiencias.
Ser testigo directo de la superación de desafíos similares de otros compañeros puede motivar a los participantes a perseverar en su propia recuperación. El estímulo y el ánimo provenientes del grupo son un poderoso motor.
Según reconocen los participantes, sentirse comprendidos y valorados está contribuyendo a reforzar su sentido de pertenencia y está teniendo un impacto muy positivo en su autoestima.
Comentarios recientes